Turistur

Los food trucks neoyorquinos cumplen con la máxima de las tres "B": bueno, bonito y barato. Quitando el helador frío invernal que ataca la Gran Manzana entre noviembre y marzo, el resto de año es la época perfecta para comer o cenar al fresco, en un banco, un parque o paseando por cualquier rincón de Manhattan.

Las guías de viaje suelen recomendar restaurantes, bares, pizzerías… ¿pero qué ocurre con esos sitios gourmet a pie de calle donde se puede comer bien y por no mucho dinero? Una de las cosas divertidas de visitar la ciudad a pie es que en la esquina menos insospechada puedes descubrir apostado uno de estas camionetas que sirven manjares de esos que, al probarlos, te harán recomendárselo a tus amigos, marcar el sitio en tu foursquare o subir una foto